Increíble lugar, súper relajante, en plena naturaleza y de fácil acceso, la atención inmejorable y el desayuno súper variado, abundante y delicioso, toda la zona es Preciosa y, aunque parece que las cabañitas de al rededor están cerca, incluso estando en la terraza sientes bastante privacidad, ya que por la disposición no puedes ver a ningún vecino ni te pueden ver fácilmente, Justo en frente de la cama hay un ventanal enorme que da al monte, no podríamos haber estado más a gusto, entre lo precioso del sitio y el trato desde recepción, todo inmejorable.